¿Existe una edad límite para practicar ejercicio físico? La respuesta es no. Practicar una actividad física a determinadas edades precisará de un poco más de atención y dedicación por nuestra parte, pero sin duda nos ayudará a sentirnos mejor, con más vitalidad y más felices.
La edad como impedimento no es una excusa. Todo el mundo puede disfrutar de los beneficios de la actividad física: independientemente de la edad o de las habilidades físicas. La actividad física es un gran aliado de la salud cardiovascular y cerebral, además de un gran promotor de nuestro bienestar.
Beneficios de practicar actividad física
Sabemos que hacer ejercicio es bueno, ¿pero sabemos cuán bueno es? El ejercicio físico garantiza la vitalidad y el bienestar del ser humano. ¡No tardarás en comprobarlo! Realizar ejercicio físico permite optimizar la respiración, aumentar la resistencia y mejorar la flexibilidad, por mencionar solo algunos beneficios. En general, el ejercicio ayuda a que diversas partes del cuerpo se activen. Las principales partes del cuerpo implicadas cuando realizas ejercicio físico son:
- Los músculos
- Los huesos
- Las articulaciones
- El corazón
- Los vasos sanguíneos
- Los pulmones
El ejercicio permite controlar el sobrepeso
Mantenernos activos y hacer ejercicio con regularidad nos ayuda a quemar calorías por lo que nos permite prevenir el exceso de peso o mantenernos en nuestro peso saludable. Cuanto más intensa sea la actividad, más calorías se queman. La clave está en la constancia. Si no disponemos del tiempo suficiente para ir al gimnasio habitualmente podemos practicar un día a día más activo por ejemplo, subiendo y bajando escaleras en lugar de utilizar el ascensor.
El ejercicio ayuda a combatir enfermedades
Mantenerse dinámico y hacer ejercicio de forma regular ayuda a prevenir alteraciones cardiovasculares como la hipertensión o la diabetes, pero también está indicado para otros problemas como la artritis, la depresión o incluso, algunos tipos de cáncer. Las enfermedades neurodegenerativas no son una excepción, ya que la salud de nuestro cerebro está directamente relacionada con nuestra salud cardiovascular. El ejercicio no solo es bueno para nuestro corazón, lo es también para nuestro cerebro.
El tipo de ejercicio aeróbico se enfoca en el sistema respiratorio, y, con ello, garantiza la obtención de energía. Su funcionamiento se basa en que el cuerpo necesita quemar grasa, por lo cual utiliza el oxígeno para generar la potencia necesaria para que los órganos del cuerpo trabajen y cumplan su labor.
Los ejercicios aeróbicos impulsan a los músculos, y algunos de sus beneficios son:
- Ayudan a perfeccionar los niveles de la presión sanguínea
- Desarrollan la capacidad mental y de aprendizaje
- Reafirman los músculos
- Mejoran la capacidad pulmonar, las funciones renales y el sistema inmune
- Ayudan a aumentar los niveles de endorfinas
Algunos tipos de ejercicio aeróbico son:
- caminar
- ir en bicicleta
- bailar
- nadar
- jugar al fútbol, baloncesto, tenis…
Hacer ejercicio pone de buen humor
Una sesión en el gimnasio o un paseo a paso ligero de 30 minutos nos puede cambiar el humor cuando nos sentimos decaídos o nos puede ayudar a liberar tensiones cuando nos sentimos estresados. Esto se debe a que la actividad física estimula factores químicos del cerebro que provoca que nos sintamos más felices y relajados, por lo que nuestra confianza y autoestima también salen reforzadas.
Los tipos de ejercicio de flexibilidad permiten aumentar la capacidad de movimiento y acomodo, ya que se apoyan en el estiramiento y la distensión de las extremidades del cuerpo. Este tipo de ejercicios suelen combinarse con los aeróbicos y anaeróbicos.
¿Cuáles son los beneficios de los ejercicios de flexibilidad?
- Disminuyen la tensión muscular
- Aumentan la agilidad de los músculos y articulaciones
- Mejoran la postura
- Ayudan a aumentar el movimiento corporal
Hacer ejercicio aumenta la energía
El ejercicio nos ayuda a tener más fuerza y resistencia. El deporte hace que se libere nutrientes y oxígeno a nuestros tejidos y que nuestro sistema cardiovascular trabaje de forma más eficiente. Y, cuando corazón y pulmones trabajan mejor, se dispone de más energía para afrontar el día.
Los tipos de ejercicio anaeróbico se enfocan en trabajar la fuerza muscular y se caracterizan por ser breves e intensos. Sus beneficios son:
- Aumentan la fuerza
- Mejoran la resistencia
- Disminuyen el riesgo de padecer osteoporosis
- Ayudan a afinar la función cardiaca
- Incrementan la masa muscular
Algunos ejemplos del tipo de ejercicio anaeróbico son:
- levantar pesas
- hacer abdominales
- hacer sentadillas
El ejercicio ayuda a dormir mejor
La actividad física regular hace que sea más sencillo conciliar el sueño y que sea más profundo. No obstante, es desaconsejable hacer ejercicio justo antes de ir a dormir ya que nos puede activar en exceso por lo que nos podría costar más tiempo de lo habitual dormir.
Y por último, los tipos de ejercicios de equilibrio, que son los que trabajan con músculos que favorecen la firmeza y la estabilidad corporal, como por ejemplo los abdominales o los de la columna.
Este tipo de ejercicios:
- ayudan a mejorar la coordinación de los movimientos corporales
- fortalecen el sistema neuromuscular
- perfeccionan el rendimiento deportivo
Ahora que ya conoces los tipos de ejercicio que existen… ¿cuál te gustaría aplicar para llevar una vida saludable? Recuerda que antes de hacer cualquier ejercicio físico, es fundamental empezar con un calentamiento suave, para evitar lesiones. ¡Actívate de acuerdo a tus necesidades!
El ejercicio estimula la vida sexual
Practicar ejercicio nos llena de energía y evita que nos sintamos demasiado cansados o sin la vitalidad necesaria para disfrutar de una vida sexual plena.
Hacer ejercicio puede ser divertido y promueve la socialización
Es una oportunidad para salir al aire libre, disfrutar del entorno y dedicar tiempo a realizar actividades que nos hagan sentir bien. También se puede practicar en compañía, en equipo o en actividades grupales, de modo que se favorece el contacto con la familia o los amigos. Clases de baile, caminatas, crear un equipo de fútbol… Son muchas las propuestas que nos pueden divertir y ayudarnos a mantener la forma.
Por lo menos, se recomienda destinar 150 minutos semanales a la práctica de ejercicio de intensidad moderada o 75 minutos a la semana, si se trata de una actividad de intensidad elevada. Recuerda consultar con el médico antes de empezar un nuevo programa de ejercicios, especialmente si hace mucho tiempo que no practicas deporte o tienes problemas de salud crónicos.